Nada es para siempre (que diría
una canción popular) … o citando a “La Más Grande”: “se nos
rompió el amor de tanto usarlo”…
Parece que últimamente no corren
buenos tiempos para los amores de cuento, esos en los que ya habíamos empezado
a dejar de creer hasta que llegaron ellos…
La semana pasada, y gracias a
Anne Igartiburu, supe que Heidi Klum y Seal se separaban, alegaron ese tipo de
cosas que ahora están tan de moda: “nos
hemos distanciado”, “diferencias irreconciliables”, “cese temporal (o definitivo)
de la vida conyugal”, “seguimos siendo muy amigos”, bla bla bla…¡ vamos, que se
acabó!
Pues eso, que lo pueden decir
como quieran, pero que les pasa como al resto de los mortales: de todo se cansa uno. Y no importa si
eres una super modelo y te has tatuado el nombre de tu “chocolatito” en el
brazo, si cada Halloween ideáis un disfraz en pareja que causará furor entre
vuestros vecinos celebrities, o si repetís vuestra boda cada cierto tiempo con
una temática distinta… Es igual. La
rutina aparece y… ¡sálvese quien pueda!. Existen maravillosos remedios para
combatir este mal tan extendido, pero como la mayoría de las cosas importantes,
salvar una relación del tedio y el estancamiento supone un gran esfuerzo y
mucho mimo y dedicación; descubrirse en pequeñas dosis para evitar que quien está
junto a nosotros confíe en que “todo está hecho” y crea que nada puede llegar a
sorprenderle, y no todo el mundo está por la labor… a veces se ahorra energía
tirando la toalla, volviendo al mercado y publicando tus ofertas y demandas
por si aquel príncipe/princesa azul/rosa (que creías haber encontrado) aparece
definitivamente.
Es una pena…
hacían buena pareja. Él aparentaba ser un tío sensato, majete, no sé… y ella, bueno, espero que le vaya bien, que después de haber visto
a Briattore en tanga (o sin él) la pobre chica ya ha tenido suficiente.
En el caso de Demi Moore la cosa
ha terminado siendo más trágica, está semana, según apareció en todos los
periódicos “era ingresada de urgencias en un hospital de Los Ángeles por abuso
de sustancias”, parece ser que como consecuencia del mal momento que pasa desde
que se separó de su marido.
Aquí yo siempre he sospechado que
la cosa no acabaría bien, llamadme antigua, pero creo que para tener un novio/amante/marido
(tan irresistible, tan socarrón y tan mediático) 15 años menor que tú, tienes que ser una
persona muy segura de ti misma y con una gran autoestima, si no, estás avocado
a la más absoluta infelicidad/intranquilidad, a que los celos te desquicien y a
acabar pensando, como esta mujer: "Lo que me asusta es llegar al final de mi vida y terminar descubriendo que no merezco que me quieran, que dentro de mí hay algo que no funciona y que no me han querido desde un primer momento". ¡¡Pero qué invento es este!! El asunto no es que ella no sea digna merecedora de amor, es sólo que el "irresistible de su toy boy", habiéndose cansado del sabroso "caldo de gallina vieja", decide volver a probar las mieles de la juventud, más semejante y más en sintonía con sus necesidades vitales en ese momento, y es que según indicaba un estudio desarrollado en Alemania por el Instituto Max Planck, "la diferencia de edad en una pareja no es sólo un problema social; nuevos estudios revelan que amar a alguien de otra generación tiene también consecuencias para la salud física y psíquica. Los hombres que están con mujeres más jóvenes aumentan su expectativa de vida, mientras que la mujer que se une con un hombre mucho más joven, incrementa su riesgo de mortalidad hasta en un 20 por ciento". En definitiva, que además de ser un sin vivir...¡dejas de vivir!. El estudio no dice nada sobre el caso contrario, pero, por lo que se ve, hasta en esto las mujeres llevamos las de perder...
Demi, ánimo, los yogures (aunque los haya tan ricos como el tuyo), mejor de los que te ayudan a regular el tránsito intestinal, y si agrían... ¡a la basura!
http://www.youtube.com/watch?v=-Hg1DvYndBw Pues anda que no estás tú estupenda!!! XD